domingo, 14 de febrero de 2010

Otredad


Para mi la tozudez es propia del artista. Un elemento necesario e indispensable para su creatividad, como así una forma de amor a si mismo que consiste en ser fiel a la propia convicción o deseo; o en última instancia, como dice Benedetti, tener así siquiera la ilusión de sentirse uno mismo.

He aquí un gran poema de Mario Benedetti; un incentivo (para artistas y no artistas) a ser felizmente tercos.

Otherness

Siempre me aconsejaron que escribiera distinto,

que no sintiera emoción sino pathos

que mi cristal no fuera transparente

sino prolijamente esmerilado

y sobre todo que si hablaba del mar

no nombrara la sal




siempre me aconsejaron que fuera otro

y hasta me sugirieron que tenía

notorias cualidades para serlo

por eso mi futuro estaba en la otredad




el único problema ha sido siempre

mi tozudez congénita

neciamente no quería ser otro

por lo tanto continué siendo el mismo



otrosí digo/ me enseñaron

después que la verdad

era más bien tediosa

el amor/ cursi y combustible

la decencia/ bastarda y obsoleta




siempre me instaron a que fuera otro

pero mi terquedad es infinita

creo además que si algún día

me propusiera ser asiduamente otro

se notaría tanto la impostura

que podría morir de falso crup

o falsa alarma u otras falsías



es posible asimismo que esos buenos propósitos

sean sólo larvadas formas del desamor

ya que exigir a otro que sea otro

en verdad es negarle su otredad más genuina

como es la ilusión de sentirse uno mismo



siempre me aconsejaron que escribiera distinto

pero he decidido desalentar/ humilde

y cautelosamente a mis mentores



en consecuencia seguiré escribiendo

igual a mi o sea

de un modo obvio irónico terrestre

rutinario tristón desangelado

(por otros adjetivos se ruega consultar

críticas de los últimos treinta años)

y eso tal vez ocurra porque no sé ser otro

que ese otro que soy para los otros



Mario Benedetti



1 comentario:

Graciano dijo...

Entiendo perfectamente lo que Benedetti quería expresar, !y qué bien lo hacía!.
Estoy harto de escuchar a mi alrededor esos consejos: tu pintura ya no está "a la moda", tienes que cambiar, tu pintura "ya no es vital", "ya no comunica"...
Y yo a lo mío,siempre lo mismo, dialogando con el modelo, con el lienzo, con mis pinceles, con mi paleta, con mis colores.
!Dejadme en paz!. Una sola pincelada mía tiene para mí más valor que todas vuestras críticas.
¿Qué sabeis vosotros de mi sentimientos?. Por favor, dejadme en paz. ¿Cuándo os convencereis de que pinto para mí y no para vosotros?.