He aquí un gran poema de Mario Benedetti; un incentivo (para artistas y no artistas) a ser felizmente tercos.
Siempre me aconsejaron que escribiera distinto,
siempre me aconsejaron que fuera otro
y hasta me sugirieron que tenía
notorias cualidades para serlo
por eso mi futuro estaba en la otredad
el único problema ha sido siempre
mi tozudez congénita
neciamente no quería ser otro
por lo tanto continué siendo el mismo
otrosí digo/ me enseñaron
después que la verdad
era más bien tediosa
el amor/ cursi y combustible
la decencia/ bastarda y obsoleta
siempre me instaron a que fuera otro
pero mi terquedad es infinita
creo además que si algún día
me propusiera ser asiduamente otro
se notaría tanto la impostura
que podría morir de falso crup
o falsa alarma u otras falsías
es posible asimismo que esos buenos propósitos
sean sólo larvadas formas del desamor
ya que exigir a otro que sea otro
en verdad es negarle su otredad más genuina
como es la ilusión de sentirse uno mismo
siempre me aconsejaron que escribiera distinto
pero he decidido desalentar/ humilde
y cautelosamente a mis mentores
en consecuencia seguiré escribiendo
igual a mi o sea
de un modo obvio irónico terrestre
rutinario tristón desangelado
(por otros adjetivos se ruega consultar
críticas de los últimos treinta años)
y eso tal vez ocurra porque no sé ser otro
que ese otro que soy para los otros
Mario Benedetti
1 comentario:
Entiendo perfectamente lo que Benedetti quería expresar, !y qué bien lo hacía!.
Estoy harto de escuchar a mi alrededor esos consejos: tu pintura ya no está "a la moda", tienes que cambiar, tu pintura "ya no es vital", "ya no comunica"...
Y yo a lo mío,siempre lo mismo, dialogando con el modelo, con el lienzo, con mis pinceles, con mi paleta, con mis colores.
!Dejadme en paz!. Una sola pincelada mía tiene para mí más valor que todas vuestras críticas.
¿Qué sabeis vosotros de mi sentimientos?. Por favor, dejadme en paz. ¿Cuándo os convencereis de que pinto para mí y no para vosotros?.
Publicar un comentario