miércoles, 14 de abril de 2010

El Ojo

(por Khalil Gibran)

Dijo el Ojo un día:
- Veo más allá de estos valles una montaña velada por una niebla azul. ¿Verdad que es hermosa?
El oido se puso a escuchar, y después de haber escuchado atentamente durante un tiempo, dijo:
- Pero ¿dónde está esa montaña? ¡Yo no la oigo!
Entonces habló la mano y dijo:
- En vano trato de palparla; no encuentro montaña alguna.
La nariz dijo:
-No hay ninguna montaña. No puedo olerla.
Entonces el Ojo se volvió hacia otro lado, y todos comenzaron a discutir la extraña alucinación del Ojo. Y decían:
- A este Ojo debe pasarle algo.